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viernes, 21 de mayo de 2010

Apología de un crimen

Buenas tardes a todos, les dejo unos interesantísimos comentarios del Lic. José Jiménez a quien agradezco su colaboración en este espacio de libre expresión:


Recientemente los acontecimientos han dejado mostrar un enorme vacío de poder en el país, la violencia generalizada es muestra evidente de ello, y esto es realmente preocupante porque más allá de la crisis de valores que vivimos en el día a día, estamos en presencia de una crisis de legalidad.

 En efecto, hemos llegado al punto en que vivir en la ilegalidad o fuera de la ley es lo mas común, en ocasiones hasta lo mas loable, la ley o la norma jurídica tienen un problema de aceptación, y pobre ley no es su culpa, sino de quienes la aplican, de quienes la vivimos.

Dice un proverbio chino que en el problema está la solución, ¿es entonces necesario cambiar las leyes?, ¿acaso no sirven? ¿Porque este conflicto en su observancia?

Continua tras el salto.

La respuesta no es sencilla, mas no hay nada imposible para la razón, y podemos entender que lo que mantiene unida a una nación es la voluntad de sus integrantes, es el consenso general sobre la idea del bienestar común.

¿Que pasa cuando dicho consenso no existe por ser el de los gobernantes un grupo elitista que lejos de ser elegidos por el voto mayoritario son impuestos mediante argucias institucionales, a satisfacción de intereses personales?, lo lógico es que el orden busque su lugar y sea restablecido mediante la violencia o el engaño.


Entonces no podemos hablar de un estado legítimo, cuando las leyes no son producto del consenso social, cuando la ley se aplica de modo inequitativo, cuando las leyes no se aplican tal y como son concebidas, cuando las leyes son oscuras.

¿Ahora bien es esto motivo para que evadamos las responsabilidades que las leyes nos imponen como ciudadanos? La respuesta obvia es no, sin embargo si bien no es motivo suficiente si es su justificación.

A manera de ilustración hay un caso reciente en donde, las autoridades hacendarias del país han hecho linchamientos públicos de profesionistas de la contaduría y el derecho acusándolos de fraude por prácticas fiscales indebidas, algo que a mi juicio me parece absurdo.

Es absurdo por que en estas acciones las propias autoridades son las que justifican la inobservancia de la ley, o en su caso un manejo torcido de la misma,


En términos de la ley todos los mexicanos debemos pagar contribuciones, para el sostenimiento de nuestro eficiente órgano gubernativo, pero la ley también le impone a éste, la obligación constitucional de ser rector del desarrollo económico del país, de velar por nuestro bienestar, estamos pues en presencia de un pacto, yo ciudadano te doy dinero, para que me proveas de servicios, para que me cuides, para que cuides a mis hijos, para obtener ese bienestar anhelado por todo individuo y tu trabajas en brindarme todo aquello que mencioné.

Pero ¿Es eso lo que recibimos a cambio? ¿El estado me va a devolver el dinero que gasté en cercar mi casa debido a la inseguridad?, ¿o me va devolver las colegiaturas de mis hijos, por que la educación pública es precaria?, ¿me va a devolver el dinero que gasté con el médico por que en el seguro social no me quisieron atender o no tenían los medicamentos?

¿Tiene el estado el derecho de cobrarme mas impuestos cuando no está haciendo su parte?, ¿cuando las leyes fiscales no son reflejo del sentir popular, es decir del consenso social?, por que sus principios obedecen a sectores específicos, o cuando le regresan a la Coca Cola y a Bimbo miles de millones de pesos en devolución de impuestos por las argucias que alegan y los pactos políticos que hacen?

Quien es mas criminal ¿Quién evita que el empresario muchas de las veces quiebre por la excesiva carga fiscal, o quien administra desatinadamente dichos recursos o en pocas palabras roba como vil ladrón el dinero que millones de mexicanos contribuyen con su esfuerzo diario?

Ejemplos sobran, el dinero que se paga al seguro social, lo utilizan para subrogar guarderías y que acondiciona en bodegas sin los requerimientos de seguridad necesarios, o el dinero de impuestos utilizado en programas sociales para el campo y que llegan a manos de secretarios de estado y así interminablemente.

Por supuesto que no estamos obligados a pagarles ni un centavo más, sin temor y con la bandera de la razón debemos aprender como sociedad a decir no, por que hay mucha sabiduría en el enunciado que dice: cada pueblo tiene el gobierno que se merece, y nosotros merecemos más, históricamente merecemos mas que a estos cachorros nietos bisnietos de la revolución que se aferraron a la ubre oficial y que no la sueltan y que han destrozado al país con su corrupción.

Como ciudadanos debemos entender que un servidor público esta para servir y no para servirse, debemos aprender a conocer y defender nuestros derechos, la ignorancia es la madre del miedo, y cuando el miedo rige nuestra vida, esta no nos pertenece más.

La apología del crimen la hago igualando al acusado con el acusador, ambos extremos negativos, sin embargo nítido reflejo de nuestra sociedad actual, ¿motivos para celebrar nuestro bicentenario?, no lo creo, ¿motivos para prepararse y ponerse a estudiar?, de eso estoy seguro.


LIC. JAJG


Cartón: Hernández

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